25. Precio de un estudio geotécnico
La pregunta del millón: ¿cuál es el precio de un estudio geotécnico? Se atribuye a Antonio Machado y, antes, a Quevedo, cierta frase que califica de forma poco halagadora a quien confunde valor y precio. Por desgracia (teniendo en cuenta que la calidad debería importar, más cuando la seguridad y la funcionalidad de una obra están en juego), hemos aceptado vivir en un mundo en el que el valor de las cosas, de los servicios, está determinado por eso que hemos venido a llamar “el mercado”.
¿Quién es el mercado? ¿quién determina su comportamiento? ¿el proveedor que vende más barato?, ¿la consumidora que quiera pagar menos?, ¿el cliente al que no le importa otra cosa que el precio?, ¿la publicista que pretenda vender cuanto más, mejor, en lugar de cuanto mejor, más?… quizá todos, o quizá ninguno, pero la experiencia demuestra que el mercado entiende poco respecto al concepto de “valor”. El mercado atiende solo al precio, al beneficio inmediato, como si de una subasta continua y a la baja se tratase. La inversión a largo plazo parece que ha pasado de moda.
A fecha de hoy (enero de 2023) el bitcoin ha perdido el 80 % de su cotización de hace un año… Tesla ha bajado en bolsa un 70 % en seis meses… si subes algo a Wallapop lo primero que te preguntan es si lo dejas a la mitad de precio (no sé porqué se da por supuesto que no vas a poner el precio que consideres justo). (fuente de la imagen: pngtree.com).
La cuestión no está en el valor que el bitcoin pueda aportar a una sociedad (a fecha de hoy, nulo, pues no es más que una herramienta especulativa), ni qué aporta el Sr. Musk al mundo (a fecha de hoy , nada, para quien no aparenta preocuparle lo más mínimo dejar algo de decencia en su herencia), ni en el valor que para uno tenga un recambio de un mando de garaje descatalogado que no puedes ya encontrar en una tienda, pero que necesitas imperiosamente… la cuestión está en ganar cuanto más, mejor, por medio de pagar cuanto menos, mejor.
Si de lo que se trata es de pagar cuanto menos, mejor, por un servicio, lo que viene en adelante te será del todo prescindible. Si, en cambio, alguien se plantea la conveniencia de pagar lo razonable para recibir lo que nos de verdad nos conviene, a la calidad que merece nuestro proyecto, tal vez las siguientes líneas aportarán algo de lógica en el asunto.
Así pues, empezaremos por la lógica de lo que es un presupuesto justificado.
El presupuesto
Un presupuesto no es una cuantía a tanto alzado. Un presupuesto no es un listado de precios unitarios sin compromiso de cifra total. Aceptar una cosa u otra nos arriesga a quedar en manos de posibles desaprensivos que, o bien acabarán haciendo la mitad del trabajo y cobrándolo completo, o bien nos venderán lo que no necesitamos. (Fuente de la imagen: EROSKI)
Un presupuesto consta de unas mediciones concretas (número de ensayos, metros de sondeo, número de visitas de obra…), a las que se repercuten unos precios unitarios (que son vinculantes y no han de variar [1]), y en función de unas y de otros, se alcanza un precio final.
Las mediciones deben ser en principio vinculantes, pero debe entenderse que están sujetas a revisión en el caso en el que la realidad del trabajo así lo merezca, y por lo tanto el precio final puede sufrir variaciones. Esto pasa las menos de las veces, desde luego; pero hay que recordar que un estudio geotécnico no deja de ser un trabajo de investigación, y si investigamos algo es porque hay cosas en ese algo que desconocemos.
Encontrar en un solar un relleno de tierras vertidas de ocho metros de profundidad, del todo inesperable, bien merece incrementar la partida de reconocimientos de forma adecuada: ningún proyectista o promotor querrá recibir un estudio geotécnico en el que, para tal caso, los sondeos acaben a los seis metros que se habían presupuestado, pues el estudio será del todo inútil. Una verdad apócrifa de la geotecnia dice que «los sondeos siempre se pagan, y los más caros son los que no se hacen».
No puede pretenderse, por otra parte, que tales excepcionalidades vayan a cuenta y riesgo del ofertante, pues de lo contrario, para curarse en salud, quien así presupueste deberá cubrirse las espaldas, el precio de partida será desproporcionado, y el 99 % de las veces acabaríamos abonando un coste por un riesgo que, al final, nada ha aportado al proyecto.
De otro lado, quien elabore el presupuesto y se considere un profesional de la materia (en la acepción responsable de lo que es un profesional), tendrá la obligación de realizar, antes, una revisión de antecedentes en la zona de trabajos, a fin de contemplar aquellos problemas de índole geológica o geotécnica que puedan, razonablemente, ser previsibles.
Hoy por hoy es fácil acceder a un registro histórico de fotografías aéreas, consultar datos de publicaciones de la zona, o si eres un técnico con experiencia – o una empresa con años en el mercado -, acudir a tus propios archivos. Es bien sabido qué zonas geográficas son susceptibles de presentar suelos potencialmente expansivos, y qué otras suelos con susceptibilidad de generar importantes asentamientos (o asientos, si se prefiere, que uno nunca sabe); cuesta poco procurarse una topografía a escala 1:1000 de una zona urbana para verificar el riesgo que, a priori, puede tener una parcela respecto a problemas de estabilidad global. (Fuente de la imagen: interempresas.net).
Puesto en contexto qué debemos entender por un presupuesto, y llegado el caso de estudiar el que se nos presenta, es recomendable que en la definición presupuestaria y contractual del estudio geotécnico figuren de forma específica y diferenciada, cuanto menos, los siguientes capítulos:
Reconocimientos:
- Número de puntos de reconocimiento y tipología de los mismos, diferenciando ensayos de penetración de sondeos geotécnicos estrictos, y en estos últimos, el procedimiento de perforación.
- Profundidad que se prevé alcanzar con los reconocimientos.
- Muestras a tomar y ensayos “in situ” a realizar en la campaña.
Una estimación razonable del coste de los reconocimientos para trabajos simples y de baja complejidad (edificaciones básicas y terrenos favorables) estará sobre los 400-500 €. A partir de ahí, a mayor entidad de la construcción, y mayores problemas geotécnicos planteados por el terreno, mayor coste.
Ensayos de laboratorio:
Previsión de los trabajos a realizar, detallando ensayos de identificación (granulometría, plasticidad), resistencia (compresión, corte directo, triaxial), deformabilidad (consolidación en edómetro), caracterización química (sulfatos, acidez, agresividad de las aguas), etc… Por supuesto, la realidad final del terreno impondrá qué ensayos son los realmente adecuados para aportar la información que se requiera, por lo que el coste final de la partida será ajustado a los trabajos realmente ejecutados. Solo para este caso, por tanto, puede resultar aceptable contemplar «a priori» una partida alzada a justificar, siempre y cuando se detallen en la oferta los precios unitarios a aplicar.
Considerar, estimativamente, una inversión en trabajos de laboratorio del orden de 40 % del coste de los reconocimientos para estudios de baja complejidad y dificultad, nos puede permitir justificar dignamente un estudio del terreno, si bien no se van a cumplir con los mínimos recomendados (que no prescritos, desgraciadamente) por el DB SE-C, para lo cual sería necesario considerar una proporción equivalente a la del presupuesto de los reconocimientos.
Labores de asistencia técnica:
- Planificación de los trabajos de reconocimiento: visita previa a obra por parte de un técnico, a fin de comprobar las condiciones logísticas del emplazamiento, y la información que aporte la geología del contexto.
- Dirección y supervisión de los trabajos de reconocimiento (sondeos, ensayos «in situ») por parte de un técnico cualificado (que no del operario de maquinaria, por mucho que nos merezca el mayor de los respetos), que debe requerirse de forma continuada durante la realización de dichos trabajos, a fin de ajustar el desarrollo de la campaña a las necesidades de información del estudio geotécnico.
- Elaboración de informe geotécnico conforme a las especificaciones del DB SE-C, y específicamente en lo referido a conclusiones y recomendaciones necesarias para la realización del proyecto de construcción.
- Comprobación del terreno antes de la ejecución de la cimentación (facultativa, a criterio del director de la obra, a quien el DB SE-C atribuye esta responsabilidad).
(fuente de la imagen: PROYEX).
El coste de las labores de asistencia técnica relacionadas con el estudio del terreno acostumbra a ser directamente proporcional al coste de los trabajos de reconocimiento y de laboratorio. Para estudios de complejidad media se sugiere tomar como orientativo el siguiente criterio, basado en una relación de proporcionalidad que generalmente se estima adecuada:
€asistencia técnica ≈ 0.35 €precio total estudio ≈ 0.5 [€reconocimientos + €laboratorio]
contemplando en todo caso un coste mínimo base de 400 € por trabajo para estudios de complejidad baja (a precios año 2022).
Los costes anteriores no incluyen el visado colegial del informe (que el año 2010 dejó de ser obligatorio, a pesar de muchos), caso de que, por parte del cliente, del proyectista o del director de la obra sea solicitado.
Haciendo un escandallo preliminar del coste de un trabajo para un estudio de baja complejidad, en el ámbito del proyecto de una construcción modesta, tendríamos (a precios del 2022):
- Reconocimientos: 450 €
- Laboratorio: 180 €
- Labores técnicas (inspección de campo, supervisión de reconocimientos, redacción de informe): 400 €
Total: 1030 € (sin IVA).
Por comparar, viene a ser el coste de una grifería de calidad media para una vivienda unifamiliar.
Un apunte: el precio medio de mercado de un estudio geotécnico para una vivienda unifamiliar en el año 2001 era de 900 € (unas 150.000 Pesetas de entonces, qué tiempos), a los que, sumando la inflación acumulada (un 30 % hasta el 2023), estaríamos en un precio equivalente hoy de 1170 €.
El generador de precios de CYPE propone un precio (a fecha 2023) de 1900 €. Hay algunos costes que no tienen mucho sentido, como cobrar dos movilizaciones de maquinaria, incluir un ensayo Proctor y un CBR, cobrar las cajas para testigos de sondeo (algo que hace 20 años que ya nadie paga), o contemplar solo dos puntos de reconocimiento (cuando lo preceptivo son tres).
Y, ahora sí, un apunte final: El precio del rango inferior de mercado para tal estudio a fecha de enero de 2023 está en 650 €.
¿dije algo sobre el valor y el precio?
[1] salvo que el presupuesto quede desfasado por ser del año de la Pepa, por supuesto.